Aplicaciones de los microcontroladores.
Si sólo se dispusiese de un modelo de microcontrolador, éste
debería tener muy potenciados todos sus recursos para poderse adaptar a las
exigencias de las diferentes aplicaciones. Esta potenciación supondría en
muchos casos un despilfarro. En la práctica cada fabricante de
microcontroladores oferta un elevado número de modelos diferentes, desde los
más sencillos hasta los más poderosos. Es posible seleccionar la capacidad de
las memorias, el número de líneas de E/S, la cantidad y potencia de los
elementos auxiliares, la velocidad de funcionamiento, etc. Por todo ello, un
aspecto muy destacado del diseño es la selección del microcontrolador a
utilizar.
Cada vez existen
más productos que incorporan un microcontrolador con el fin de aumentar
sustancialmente sus prestaciones, reducir su tamaño y coste, mejorar su fiabilidad
y disminuir el consumo.
Algunos
fabricantes de microcontroladores superan el millón de unidades de un modelo
determinado producidas en una semana. Este dato puede dar una idea de la masiva
utilización de estos componentes.
Los
microcontroladores están siendo empleados en multitud de sistemas presentes en
nuestra vida diaria, como pueden ser juguetes, horno microondas, frigoríficos,
televisores, ordenadores, impresoras, módems, el sistema de arranque de nuestro
coche, etc. Y otras aplicaciones con las que seguramente no estaremos tan
familiarizados como instrumentación electrónica, control de sistemas en una
nave espacial, etc. Una aplicación típica podría emplear varios
microcontroladores para controlar pequeñas partes del sistema. Estos pequeños
controladores podrían comunicarse entre ellos y con un procesador central,
probablemente más potente, para compartir la información y coordinar sus
acciones, como, de hecho, ocurre ya habitualmente en cualquier PC.
Los
microcontroladores se encuentran por todas partes:
Sistemas de comunicación: en grandes automatismos como
centrales y en télefonos fijos, móviles, fax, etc.
Electrodomésticos: lavadoras, hornos, frigoríficos,
lavavajillas, batidoras, televisores, vídeos, reproductores DVD, equipos de música,
mandos a distancia, consolas, etc.
Industria informática: Se encuentran en casi todos los
periféricos; ratones, teclados, impresoras, escáner, etc.
Automoción: climatización, seguridad, ABS, etc.
Industria: Autómatas, control de procesos, etc
Sistemas de supervisión, vigilancia y alarma: ascensores,
calefacción, aire acondicionado, alarmas de incendio, robo, etc.
Otros: Instrumentación, electromedicina, tarjetas
(smartcard), sistemas de navegación, etc.
La distribución de
las ventas según su aplicación es la siguiente:
Una tercera parte se absorbe en las aplicaciones
relacionadas con los ordenadores y sus periféricos.
La cuarta parte se utiliza en las aplicaciones de consumo
(electrodomésticos, juegos, TV, vídeo, etc.)
El 16% de las ventas mundiales se destinó al área de las
comunicaciones.
Otro 16% fue empleado en aplicaciones industriales.
El resto de los microcontroladores vendidos en el mundo,
aproximadamente un 10% fueron adquiridos por las industrias de automoción.
Llegados a este punto y con toda la información que poseemos
hasta aquí, cabe preguntarse cual de todos estos microcontroladores es el
“mejor” si es que es posible definir alguno de ellos como tal. Existen diversos
fabricantes y multitud de modelos que dificultan esta tarea, aun así, podemos
establecer ciertos criterios de comparación que nos la facilitan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario